1. La ESPERA | Cartas de Amor leídas para una chica ciega

Querida Alicia. La espera es una extraña señora.

Te trae a las manos un tiempo que todavía no está. Te presta lo que luego será tuyo,

como el que visita una casa en venta.

Es una señora extraña porque no se muestra afable en las primeras visitas.

Te mira por encima del hombro, o eso parece, y no se

digna dirigirte la palabra, pero sólo al principio es así. Yo ya la conozco un poco y no es como dicen.

La primera vez que le hablé es cierto que solo me arrojó una mueca, y la cosa no mejoró por un tiempo.

Un amigo mío ayudaba en un reformatorio. Le fue a llevar un vaso de agua a uno de los niños y el chico, con una rabia honda, se lo tiró al suelo,
con desprecio. Mi amigo recogió los pedazos, se fue en silencio y volvió con otro vaso. El chico, esta vez, bebió del vaso. Nadie rechaza un vaso de agua dos veces. Y así fue con la espera. Esta extraña señora terminó por hablarme. Hoy quiero contarte cómo voy a hablarte de ella en adelante;
cómo, poco a poco, igual que sucede en los cambios irreversibles, nos irá dando forma. Lentamente. Hasta reconocerte. En enero te lo pregunté y en mayo nos casaremos. Un 22. Mientras tanto, cada mes, espérame. Espérame en estas cartas. Cada 22. Cartas en voz alta

para una chica ciega que me mira mejor que las demás. Espérame hasta la boda. Y después… después
sigue esperándome, cada 22, en estas cartas públicas para que sepan de ti también los que sí ven. Para que al final yo también llegue a verte como me miras tú. Y la costumbre hará de esta extraña señora nuestra compañera. El baluarte desde el que saberte mía.

Tu Julián.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *