Aquí debería ir un vídeo, pero a lo mejor todavía no lo he grabado porque ando pensando en cualquier otra cosa.

Los Diarios son libros anuales que van haciéndose solos, casi sin que me dé cuenta y que, cuando el año gira la esquina, de pronto están entre las manos con la voz de alguien que se parece a mí pero que no sé bien si soy yo.

Por ahora hay tres años escritos.

He intentado alguna vez eso tan difícil que es usar las palabras para envolver un momento y me ha salido como me ha salido. Pero como ejercicio no está mal.

Las cartas son una de las mejores formas de comunicación. Nos da la distancia y el tiempo, la lentitud, ingredientes todos para que lleguemos a decir algo que valga la pena.

He trascrito cartas de otros, como las de mi abuelo a mi abuela.

Pero también le escribo cartas a mi mujer Alicia, cada veintidós. Bueno, cada no, pero algún día me perdonará mi falta de constancia. También las grabo en vídeo.

También considero aquí los pequeños vídeos que hago de mi ciudad, Granada, como unas cartas a la ciudad.

Escribo de vez en cuando un email en mi lista de correo y cuento cosas que voy leyendo o en qué ando trabajando.